En el año 2010 apareció en el Código Penal el artículo 183 bis. Este artículo se introdujo por la LO5/2010 en la que se vino a tipificar la figura delictiva que se conoce con el término anglosajón “child grooming”, o lo que se puede traducir como “ciberacoso sexual” o “ novio de los niños”.
Este artículo fue introducido para dar respuesta a conductas que con anterioridad al año 2010 no estaban encuadradas penalmente y que sin embargo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado empezaban a encontrar con relativa frecuencia y que tenían entidad propia, como eran los comportamientos de persona mayores de edad que haciéndose pasar en Internet por menores, intentaban concretar una cita para realizar agresiones o abusos sexuales, obligar a que los menores participasen en espectáculos pornográficos o exhibicionistas, o cualquier comportamiento de naturaleza sexual.
El delito de grooming, es un delito en sí mismo, con entidad propia, aunque consista en actos preparatorios para cometer un segundo delito ( abuso sexual, agresión sexual….) que es realmente el objetivo del delincuente.
Este delito de grooming castiga las conductas realizadas con el soporte de las nuevas tecnologías, Internet, teléfono o cualquier otra tecnología de la información, por una persona adulta y encaminada a ganarse la confianza de un menor de 13 años, para a posteriori cometer otro delito, de carácter sexual, y que será castigado con la pena que le corresponda.
Es importante resaltar que este delito se comete sólo contra menores de 13 años.
El grooming es uno de los peligros más serios a los que se enfrentan los menores en Internet. Esta forma de acoso sexual ocurre cuando un adulto utiliza diferentes tácticas para ganarse la confianza de un niño o adolescente con el objetivo de abusar de ellos. En este artículo vamos a profundizar en qué es exactamente el grooming, cómo se puede identificar, y, sobre todo, cómo podemos prevenirlo para proteger a los más vulnerables.
Para entender mejor qué es el grooming, primero debemos conocer su significado. El término proviene del inglés y hace referencia al proceso de «preparación» o «acicalamiento», en este caso psicológico. Se trata de una serie de tácticas que una persona adulta utiliza para ganarse la confianza de un menor con el propósito de manipularlo y, finalmente, explotarlo sexualmente.
En español, grooming se entiende como el «engaño pederasta» o «ciberacoso sexual infantil», aunque la palabra grooming es más común en la terminología actual.
El grooming generalmente ocurre en espacios digitales como redes sociales, chats o videojuegos online, donde el anonimato facilita este tipo de acoso. La persona que realiza grooming suele hacerse pasar por alguien más joven, finge compartir intereses o simplemente actúa de forma amigable hasta crear un vínculo de confianza.
El proceso de grooming suele desarrollarse en varias etapas:
El tiempo que dura el grooming puede variar enormemente. En algunos casos, el proceso puede llevar semanas o incluso meses. Los acosadores a menudo son pacientes, esperando el momento adecuado para manipular al menor de manera efectiva. Esta larga preparación hace que sea más difícil para las víctimas identificar el abuso, ya que al principio parece una relación inocente o de amistad.
A veces se confunden los términos grooming y sexting, pero son cosas muy diferentes. El sexting se refiere al envío de contenido sexual explícito, como fotos o mensajes, entre personas con consentimiento mutuo. Sin embargo, cuando se trata de menores, el sexting también puede ser peligroso, ya que puede derivar en grooming si un adulto malintencionado manipula a la persona para obtener ese contenido.
La principal diferencia entre ambos es la intencionalidad. El grooming siempre implica una relación desequilibrada donde un adulto busca explotar al menor, mientras que el sexting entre adultos es una práctica consensuada, aunque con sus propios riesgos.
Es fundamental que los padres y educadores hablen abiertamente con los menores sobre los riesgos de compartir imágenes íntimas. Una vez que el contenido se comparte en línea, es prácticamente imposible tener control sobre él, lo que puede llevar a chantajes o situaciones de abuso. Por lo tanto, la educación y el diálogo son claves para prevenir que el sexting se convierta en una puerta de entrada para el grooming.
Es importante aclarar que no todo contacto entre un adulto y un menor en línea es grooming. Interacciones casuales en entornos controlados, como en una clase virtual o en un foro público con moderación, no suelen ser consideradas como grooming si no hay una intención maliciosa. Sin embargo, si el adulto empieza a pedir información personal o busca interactuar fuera de esos entornos, es importante estar alerta.
Existen diferentes tipos de grooming dependiendo de la estrategia que el acosador utilice para ganarse la confianza del menor. Aquí te mostramos algunos ejemplos:
Por ejemplo, un caso común de grooming es cuando un adulto se hace pasar por un adolescente en un videojuego online. Primero establece una relación de confianza con el menor y, luego de varios días o semanas, empieza a pedirle que envíe fotos o información personal. Si el menor se niega, el acosador puede utilizar amenazas o chantajes para obtener lo que desea.
Las consecuencias del grooming son devastadoras, tanto a corto como a largo plazo. A nivel emocional, las víctimas suelen experimentar sentimientos de vergüenza, culpa, miedo y ansiedad. Esto puede afectar su autoestima y salud mental de forma significativa.
Además, el grooming es un delito en la mayoría de los países. Los acosadores pueden enfrentarse a penas de cárcel si se demuestra su implicación en casos de abuso sexual a menores a través de Internet.
La prevención del grooming requiere una combinación de educación, supervisión y comunicación. Aquí algunos consejos clave:
El grooming es el acoso sexual infantil en línea. Implica que un adulto manipula a un menor a través de Internet con el fin de explotarlo sexualmente.
Las cuatro etapas del grooming incluyen: contacto inicial, creación de confianza, control emocional y finalmente explotación sexual.
Los tipos de grooming incluyen el emocional, el chantaje y el indirecto, dependiendo de las tácticas que el acosador utilice para manipular al menor.
El proceso puede durar desde semanas hasta varios meses, dependiendo de la paciencia y las estrategias del acosador para ganarse la confianza del menor.
El embargo trabado sobre bienes inembargables es nulo de pleno derecho por lo que carece…
¿La abstención en las votaciones de la Junta de propietarios se computa a favor de…
¿Qué es la Usucapión y cómo funciona en España? La usucapión, también conocida como prescripción…
¿Cómo se determina el régimen de visitas en hijos de corta edad tras la separación…
Procedimiento judicial adecuado frente a un ataque o perturbación de los derechos reales inscritos en…
En los contratos de arrendamiento sólo se permite el subarriendo de vivienda si el arrendador…